Por: Martha Cabrales Arias (Prensa Latina)
Santiago de Cuba, 16 ene.- El de anoche en el Teatro Martí fue un concierto inédito en la música cubana cuando por vez primera se juntaron el pianista Arturo O’Farrill, Los Muñequitos de Matanzas y la Conga de Los Hoyos.
La presentación inaugural del XXXIV Festival Internacional Jazz Plaza en la ciudad fue de lujo al propiciar la virtud instrumental del artista estadounidense de conjunto con esas agrupaciones emblemáticas de la cultura nacional, afincadas en las más auténticas raíces africanas.
A partir de una idea original de Sussette Núñez y Mailín Camilleri, del Centro Nacional de Música Popular, fue tendido un puente sonoro entre la ciudad norteamericana de Nueva York y las cubanas de Matanzas y Santiago de Cuba, que asombró y entusiasmó al público.
En sus declaraciones, O’Farrill se refirió a sus vínculos familiares con la música cubana a partir de su padre, el reconocido y popular Chico O’Farrill, y a los orígenes comunes de ritmos como la rumba, la conga y el jazz, vitales e imperecederos, con códigos y semillas venidos desde el lejano continente con la esclavitud.
Por su parte, Diosdado E. Ramos, hijo del director de Los Muñequitos que está al frente del colectivo, afirmó que se trata de un legado familiar que se trasmite por generaciones en una continuidad garantizada de esas danzas, la percusión, los cantos y las diversas expresiones rumberas y de otros géneros.
Vale todo, fue la frase empleada en nombre de la conga santiaguera por su director artístico, Damián Busqueta, al valorar el concierto en el cual sus integrantes demostraron su versatilidad al interpretar otros ritmos que amplían el diapasón más allá de la fogosidad del que le da nombre y la singulariza.
El programa de la fiesta jazzística incluye también las propuestas de los colombianos José Tobón y Sigurajazz Ensemble y de los canadienses Stich Wyinston The Shuffle Demons, junto a una amplia representación de músicos cubanos y de estudiantes del Conservatorio Esteban Salas.
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