Los sueños se persiguen y el arte se hace D Corazón (+Fotos)

Carlos Luis Ramírez Rodríguez no siempre supo que su vida estaría dedicada al arte. De niño, soñaba con ser piloto, con volar alto. Sin embargo, a veces el destino se revela en los detalles más sutiles. En su caso, fue la  frase de una vecina: «Ese niño va a ser pintor». 

Esa afirmación no tenía base en ese momento. Carlos Luis ni siquiera sabía lo que significaba ser pintor. Pero algo dentro de él se encendió. Comenzó a dibujar sin parar, utilizando cualquier superficie que tuviera a mano. No importaban los materiales ni el soporte; lo que contaba era su necesidad de capturar lo que veía. Cada sombra, cada objeto, cada rostro que se cruzaba en su camino se transformaba en un trazo, en una forma. 

Con el tiempo, se confirmó lo que aquella vecina había vislumbrado antes que él. En noveno grado, presentó las pruebas de ingreso para la Escuela de Instructores de Arte, en medio de la Batalla de Ideas. En 2006, se graduó con honores en la especialidad de Artes Plásticas. Su formación académica había llegado a su fin, pero en la práctica, su aprendizaje apenas comenzaba.

La enseñanza le reveló algo que no había anticipado: el arte no solo se trataba de técnica y estética, sino de su impacto. Podía permanecer en un aula formando a otros, o podía expandirse y transformar entornos. Comprendió de inmediato que su misión era la segunda.

Antes de “D Corazón”

de corazon 3

Antes de que D Corazón viera la luz, hubo otros intentos. Como cualquier gran obra, la suya comenzó con bocetos e ideas que aún no habían encontrado su forma definitiva. En el poblado San Benito del Crucero, donde residía, impulsó varias iniciativas culturales. «El Príncipe Enano» y «La Isla de los Sueños» fueron algunos de esos precedentes. Sin embargo, el que realmente marcó un punto de inflexión fue «Buscando un Sueño».

«Buscando un Sueño» representaba la convicción de que el arte podía cambiar vidas, aunque no todos lo creyeran. Cuando se presentó la iniciativa, el escepticismo no tardó en surgir. ¿Un proyecto cultural en Songo-La Maya? ¿Con qué recursos? ¿Para quién? ¿Con qué apoyo? Las dudas llegaban de todos lados.

Pero la respuesta no estaba en las preguntas, sino en el trabajo. Carlos Luis y su equipo comenzaron con lo que tenían: entusiasmo, convicción y la certeza de que, con esfuerzo, el arte podía abrir caminos. Ensayaban donde podían, sin condiciones ideales, pero con una energía que nunca se apagaba. Poco a poco, la comunidad empezó a darse cuenta de que lo que hacían tenía valor.

El nombre, sin embargo, no lograba capturar completamente lo que realmente querían transmitir. «Buscando un Sueño» sugería una búsqueda, pero no un hallazgo. Necesitaban algo más contundente, algo que reflejara no solo el esfuerzo, sino la dedicación total.  Así nació «D Corazón»

«D Corazón»: Cuando el arte se convierte en refugio

El 22 de octubre de 2020, cuando el mundo aún enfrentaba las secuelas de una pandemia, «D Corazón» dejó de ser un proyecto en desarrollo para convertirse en una realidad palpable. En un momento en que la incertidumbre y la crisis dominaban el panorama, el arte se erigió como una respuesta. 

Desde entonces, no ha dejado de expandirse. La sede, situada en el antiguo cine de Alto Songo, se transformó en un espacio de color y creatividad. Cada rincón del lugar se convirtió en un testimonio de lo que el arte puede lograr cuando se le brinda el espacio y la oportunidad de prosperar.

En 2022, el reconocimiento provincial validó lo que la comunidad ya sabía: D Corazón era un proyecto sociocultural, con todas las letras.  Las puertas que al principio estaban cerradas comenzaron a abrirse, y lo que antes parecía un esfuerzo aislado se transformó en un referente. 

Las presentaciones, los eventos, los talleres y las colaboraciones con otras instituciones fueron cimentando la reputación del proyecto. Pero más allá del prestigio, lo que realmente definió su éxito fue su impacto en el entorno. «D Corazón» no solo promovió el arte: ha transformado la percepción de la cultura dentro de la comunidad. 

Periódico Sierra Maestra

Visitas: 65

Entradas relacionadas