Para los pintores del Cambio de Siglo posó “La patria de la luz”

La Habana, 26 jun (ACN) Como una retrospectiva necesaria hacia la pintura cubana en el denominado período del Cambio de Siglo (1880-1927) aparece la exposición La patria de la luz que, desde mediados del presente mes, ocupa el segundo nivel del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).

Sobre la concepción de la muestra, Delia María López Campistrous, su curadora, dialogó en exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias y explicó que el hilo conductor es la luz, sobre todo la influencia que tuvieron el impresionismo y los diversos focos de formación de los artistas -tanto en Europa como en los Estados Unidos – en la plástica del país.

En la exhibición se presentan los resultados de la Cátedra de colorido de Leopoldo Romañach (Las Villas, 1862- La Habana, 1951) y los viajes junto a sus pupilos, con quienes salía en búsqueda de los espacios naturales para pintar a plena luz, destacó.

De acuerdo con López Campistrous, Romañach y el resto de los artistas fueron abanderados de una tradición que trascendió el Cambio de Siglo, pues muchos de ellos se incorporaron a la Academia de Bellas Artes de San Alejandro, donde obtuvieron reconocimientos.

Subrayó que figuran en la muestra nombres como el de Enrique Crucet (La Habana, 1895-1979) y una de sus pinturas que recrea en pleno mediodía a Playitas de Cajobabo, el sitio por el que desembarcaron José Martí y Máximo Gómez para reiniciar la Guerra Necesaria.

Los autores que aparecen en La patria de la luz, al decir de la curadora, reflejan su formación e intereses en series de obras en las cuales se interpreta el tema de la luz a partir de recursos como el contraluz, la luz filtrada, las luces y sombras, y el juego con elementos que puedan permitir o interrumpir la iluminación natural en determinadas escenas.

Hay artistas dentro de la exposición que son completamente desconocidos en la plástica cubana, y sus piezas tienen valores que merecen rescatarse dentro de este período de modernización no vanguardista del arte en la mayor de las Antillas, enfatizó López Campistrous.

Según sus consideraciones, el Cambio de Siglo ha quedado opacado por la importancia que la crítica le ha concedido frente a la etapa de la Vanguardia (1927-1938). 

La patria de la luz aglutina también parte de las creaciones de Guillermo Álvarez Jiménez, Armando García Menocal, Augusto Oliva Blay, Manuel Vega López,  Domingo Ramos, Manuel Mesa Cubillo, Hipólito Canal Ripoll,  Emilio Rivero Merlín, Esteban Valderrama Peña, Crescencio Camejo Polledo, Antonio Rodríguez Morey, Juan Emilio Hernández Giro y Guillermo Collazo Tejeda.

En palabras de la especialista, el trabajo de estos artistas constituyó la plataforma de lanzamiento de la Vanguardia, por el impulso que la academia les dio para completar sus estudios en el exterior y así se rodearan de lo que acontecía en otros polos culturales del mundo.

Nuestra pintura vanguardista nunca nació reñida con los maestros del Cambio de Siglo, dijo.

A La patria de la luz le interesa salir de los cuadros tradicionales para que los públicos sientan la cercanía con las obras, es por eso que cuenta con un apartado dedicado a Romañach y sus creaciones en Caibarién que, más allá de la pintura, se exhiben en un audiovisual elaborado por un grupo de emprendedores llamado Codes.

En piezas como “Paisaje marino”, “Paisaje con casas”, “Callejón” y “Calle de pueblo”,  vemos que el artista fue cambiando su caballete de posición para entender los diferentes estados de la naturaleza en varios momentos del día, detalló López Campistrous.

Se destaca en la muestra la presencia de cuatro pintoras: Amelia Peláez del Casal, María Josefa Lamarque, Luisa Fernández-Morell y Gobel, y Silvia Fernández Arrojo, quien sustituyó a Romañach en la Cátedra de colorido de San Alejandro.

La mayoría de ellas, comentó la curadora, se involucraron con la academia, lo cual también es distintivo dentro de esta etapa donde la mujer pasó de aprendiz a enseñar el arte.

A las doctoras en Ciencias e historiadoras del arte Luz Merino Acosta y Pilar Fernández Prieto, fallecidas en 2022, López Campistrous dedicó La patria de la luz, pues las calificó como las dos damas del Cambio de Siglo si de estudios sobre ese período se trata.

La exposición permanecerá abierta en el MNBA hasta el 29 de septiembre del presente año.

Agencia Cubana de Noticas

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