Un libro imprescindible: “De la estirpe de Mariana”

“De la estirpe de Mariana es un texto imprescindible. Mucho más ahora que tanto lo requiere la Patria. Su autora, la Dra.C. Históricas, Damaris Torres Elers, consagró veinte años de pesquisas, investigaciones, entrevistas, búsqueda… para materializar su empeño que Cuba agradece. .

Por el momento, “De la estirpe…” que tiene prólogo del Dr.C. Manuel Fernández Carcassés, está en soporte digital y se puede adquirir en Editorial Verde Olivo, en la plataforma Ruth Editorial. Pero más pronto que tarde, por lo valioso que es, llegará el libro impreso, el físico, ese que tantas luminarias de las letras, libreros y editores afirman que jamás desaparecerá.

Fue una ocasión especial esta del aniversario 210 del natalicio de la Madre de la Patria, el pasado 12 de julio, para que el Dr.C. Médicas Ricardo Hodelín Tablada, además historiador e investigador, presentara la obra junto a su creadora, Torres Elers, que es también, profesora titular del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente, investigadora titular, vicepresidenta primera de la filial provincial de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic) en Santiago de Cuba, miembro de la Uneac, de la Sociedad Cultural José Martí y miembro correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba.

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Damaris agradeció las palabras de Hodelín, y explicó que el libro estuvo pensado y realizado desde hace muchos años “desde mis tiempos en el museo casa natal de Antonio Maceo donde comienzo los estudios sobre Maceo y su familia. Y poco a poco se fueron desarrollando distintos artículos y se fueron obteniendo resultados parciales que finalmente, terminaron en la publicación de este libro.

“O sea, el trabajo debe abarcar alrededor de 20 años de investigaciones en instituciones como la casa natal de Maceo, el Centro de Estudio Antonio Maceo, la Universidad de Oriente… un trabajo arduo que me permitió ir incorporando las informaciones”.

El libro fue aprobado por la Editorial Oriente en 2015 aunque es la Editorial Verde Olivo la que lo materializa. “Le presentamos el proyecto a Verde Olivo y automáticamente nos dijeron ´envía el libro´ y al año siguiente ya estaba listo en soporte digital y bueno: listo para que todos puedan estudiarlo, disfrutarlo y conocer acerca de los miembros de la familia Maceo Grajales.

“Cada una de esas biografías, de estas semblanzas sobre miembros de la familia son el resultado de investigaciones serias que se han tenido en cuenta”, añadió Torres Elers.

La autora ha sido galardonada con la Distinción por la Cultura Nacional, la medalla Raúl Gómez García, el Premio Provincial de Historia “Arturo Duque de Estrada”, el Premio de la Academia de Ciencias, y dos lauros en el Premio de la Crítica Histórica, uno de estos: el Leonardo Griñán Peralta, precisamente por el libro “De la estirpe de Mariana”.

Sobre Torres Elers, el Dr. Hodelín puntualizó “… yo, que gozo del privilegio de contar con su amistad y que he trabajado a su lado, conozco de su laboreo constante, por eso no me sorprenden nuestros intercambios académicos por WhatsApp en horas de la madrugada”, y calificó a la historiadora como “persona con talento y que trabaja con tal acuciosidad para obtener resultados como este: un texto útil, necesario, que viene a superar las lagunas que existían sobre el conocimiento de una de las familias más ilustres que ayudaron a forjar la nacionalidad cubana”.

Llamó Hodelín a los lectores a no esperar demasiado, para no perder la oportunidad “de disfrutar de un libro que enseña de forma amena, como si estuviéramos en una conversación. Porque su autora, sin proponérselo, ha logrado trasmitir sus conocimientos con rigor científico y sencillez de expresión.

“Les puedo asegurar que estas 274 páginas se leen amigablemente, porque están pensadas para el público general y no necesariamente para estudiosos y especialistas del tema”.

Cita Hodelín al profesor Fernández Carcassés a cargo del prólogo, quien califica la obra como un momento importante en los estudios sobre la familia Maceo ´toda vez que se presenta la trayectoria vital de cada uno de los hermanos del Titán de Bronce, sus cuñadas y cuñados, así como del único hijo del Héroe de Baraguá. Hasta donde conozco, no existía un texto que brindara cuadro tan completo de esta paradigmática familia ni que poseyera la acuciosidad que aquí se logra´, señala Carcassés.

Dice el presentador, que estructuralmente el libro está escrito cual árbol genealógico, comenzando por el tronco donde se describen breves reseñas de Mariana y Marcos. Se ratifica el origen cubano de Marcos Evangelista, hijo natural de Clara Maceo, nacido en Santiago de Cuba el 21 de abril de 1808 y bautizado el primero de mayo del propio año. Esta información hallada por la historiadora Olga Portuondo, echó por tierra la hipótesis aceptada por varios autores, del nacimiento de Marcos en Venezuela. Damaris otorga el crédito a la historiadora de Santiago de Cuba y mantiene la honestidad intelectual de citar adecuadamente y respetar los datos encontrados por otros investigadores.

“El adecuado manejo que se advierte en toda la obra respecto a las fuentes primarias y secundarias es realmente admirable.

“Vale destacar –apunta Hodelín- el correcto análisis realizado, donde se evidencia que los hijos de Mariana en su primer matrimonio con Fructuoso de los Santos Regüeiferos: Felipe, Manuel y Fermín, los cuales han estado rodeados de incógnitas y leyendas, fueron también patriotas. Los argumentos que se ofrecen son ineludibles para arribar a esta conclusión”.

Explica el médico historiador, cómo la autora dedica un acápite a la injusta prisión de José Maceo Grajales en cárceles españolas, entre 1880 y 1884; asegura Torres Elers en el libro, que aunque no es un tema ausente en la historiografía sobre el León de Oriente, aún no se ha agotado y quedan cuestiones inexploradas y poco conocidas; éstas se sacan a la luz con suficiente respaldo documental.

“Importa conocer que la fuga de José Maceo y la actitud de las autoridades inglesas y españolas generaron un gran escándalo internacional y motivaron la atención de diversas personalidades. Entre los que alzaron su voz en solidaridad con el jefe mambí se encuentran: Federico Engels, James O´Kelly, Ramón Emeterio Betances Alacán, José Martí y Antonio Maceo; asimismo lo hicieron diversas publicaciones europeas y americanas.

En “De la estirpe de Mariana”, otro de los reivindicados es “Rafael Maceo Grajales, eclipsado por la labor de sus hermanos Antonio y José; pocos conocen que Cholón, como le decían, alcanzó el grado de general de brigada. El intrépido combatiente fue herido múltiples veces en combate, y en cierta ocasión rechazó con energía la asistencia médica que las tropas españolas le ofrecieron. Cholón no pudo asistir a la Protesta de Baraguá por estar herido, y desde su lecho de enfermo aprobó sus presupuestos. Murió en las cárceles de Chafarinas, Marruecos, y en 1954, luego de múltiples gestiones infructuosas, sus restos fueron trasladados a Cuba”.

Detalla Hodelín al referirse al texto, que en la travesía hacia la isla, el trasatlántico portugués Veracruz hizo escala en Tenerife, Islas Canarias, donde los restos de Rafael fueron recibidos por una muchedumbre del pueblo y, además, los militares españoles rindieron honores militares a la memoria de quien aun enemigo, sobresalió por su valentía y patriotismo.

Agrega, que le conmovió –y sugiere no dejar de leer- las palabras del capitán general de Canarias, teniente general Miguel Rodrigo Martínez, oficial nacido en Cuba, hijo de una cubana y un militar español.

Igualmente, el presentador califica de momento de singularidad apasionante, el relato dedicado a Miguel Maceo Grajales, quien ha pasado casi inadvertido ante la historia, a pesar de su no menos brillante ejecutoria.

“Fernando Figueredo, su compañero en la manigua durante la Guerra Grande, lo consideró en su libro La Revolución de Yara (1868-1878) ´uno de los oficiales más valientes del Ejército Oriental´; José Miró Argenter, en sus conocidas Crónicas de la Guerra, refirió que Antonio decía con orgullo, sin reservar nada para él, que los hombres más valientes que había conocido en la campaña del 68 eran sus hermanos José y Miguel´. Por su actitud valiente y temeraria, Miguel, quien ofrendó su vida a los 21 años, fue muy querido y admirado por sus compañeros de armas; en su honor, durante la Tregua Fecunda, emigrados cubanos en Nueva York acordaron rendir tributo a su memoria con el patriótico Club del Pueblo Cubano Miguel Maceo, presidido por Ramón Castillo y con José Victorio López como secretario.

“De Antonio Maceo Marryat, hijo del general Antonio producto de una relación extramatrimonial, también se ocupa el volumen”, apunta el presentador.

Refiere, que poco después de su nacimiento en Kingston, Jamaica, su padre marchó hacia Honduras donde se estableció junto a Máximo Gómez y otros patriotas, a pesar de lo cual mantuvo una atención constante al hijo incluida la entrega de recursos económicos, también a la madre.

“Completan la investigación, reseñas de los otros hermanos Maceo Grajales: Julio, José y Marcos; asimismo, diferentes miembros de la familia, entre nietos y yernos, y por supuesto que, una historiadora que ha dedicado tanto tiempo a investigar sobre la mujer cubana, no podía soslayar el estudio de las hijas, nueras y nietas. Se enriquecen estas semblanzas con el rastreo y análisis de varias fuentes, lográndose trasmitir el mensaje con eficacia abrumadora”.

El presentador no comparte con la autora la decisión de esta, de no incluir en el libro a Antonio Maceo y añade “estoy pensando sobre todo en los lectores foráneos que estudiarán esta obra y que quizás no tengan a mano las otras publicaciones del Héroe de Baraguá”.

Sobre este aspecto precedente y consultada la autora por el “Sierra Maestra”, Torres Elers afirmó que en libro está argumentado el porqué no aparece centralmente Antonio, pues dirigió la obra especialmente a aquellos miembros de la familia que requieren más difusión entre los lectores. “Así y todo –recalcó Damaris- de alguna manera Antonio Maceo está presente en el libro completo”.

Señaló Hodelín, que en los anexos del libro aparecen cartas, proclamas, homenajes y, especialmente las gestiones de Emilio Bacardí en 1896, acerca de la tumba de Rafael Maceo; añade que la obra de Torres Elers muestra 11 retratos, algunos inéditos, y refiere las 621 notas a pie de página.

Luego señala: “Damaris no se atreve a asegurar algo que no esté debidamente documentado; es hábil en la triangulación de información; se preocupa por no utilizar adjetivos innecesarios”, y agrega que el arsenal de conocimientos que regala “es fruto de largas meditaciones y labor de búsqueda por mucho tiempo”.

Destacó Hodelín el prestigio de la Casa Editorial Verde Olivo, y elogió la edición de María Luisa García Moreno; el diseño y realización de José Ramón Lozano Fundora; la corrección de Magda Dot Rodríguez, y la conducción del equipo por la Tte. Coronel Ana Dayamín Montero Díaz.

Finalmente y a modo de comentario, el médico e historiador sentado al lado de Torres Elers dijo:

“Estamos en presencia de una de las personas que más conocen sobre Mariana Grajales y la familia Maceo. Y lo digo, en verdad, con conocimiento: el trabajo que ha hecho Damaris es muy meritorio, y el libro, además, es un texto de historia pero no es un libro de historia farragoso, no, no. Te va entusiasmando; cuenta las anécdotas familiares; vale la pena leerlo”.

Desde el auditorio, donde se encontraban, además, secretarios del PCC en municipios santiagueros y 38 jóvenes que van a ser reserva de cuadros del PCC, intervinieron en ese orden: Juana Suárez, metodóloga provincial de Historia, de la Educación Técnica y Profesional; Niurka Bell Heredia, integrante del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del PCC, y Gerardo Houdayer Lafornié, quienes, respectivamente, ponderaron el texto y señalaron la importancia de que el texto llegue a la juventud, para que en su contenido, las nuevas generaciones encuentren paradigmas de patriotismo; también dijeron, que conocer más sobre Mariana Grajales y la familia Maceo es conocer más sobre la Patria.

En ese mismo sentido, el Dr. Hodelín ratificó esas intervenciones y añadió:

“No se puede ser un cuadro político si no se tiene conocimiento sobre la historia de la patria; y no se puede ser un cuadro político santiaguero si no se conoce la familia Maceo.

“Y ustedes van a ver en este libro aspectos muy reales de cada uno de los Maceo, porque a veces, sin ser esa la intención, trasmitimos la idea de que Maceo era un mulato en un caballo, con un machete en la mano. No… era mucho más que eso: era un hombre político, que sabía en aquellos momentos de adversidades, cómo dirigir una tropa.

“Pero era también un hombre enamorado de la vida, que le regaló a su esposa una cotorrita y después le preguntaba cómo estaba el animalito, lo que muestra su delicadeza y sus sentimientos. Y eso hay que conocerlo para poder dirigir en momentos como estos de tantas adversidades. Así, celebro el hecho de que estos jóvenes, cantera de cuadros del PCC, estén aquí”.

Periódico Sierra Maestra

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