Pintor y musicalizador radial: Mariano Suárez del Villar

Se acaban de cumplir 29 años del fallecimiento con 67 años de edad, el 11 de febrero de 1996 en el capitalino hospital de Oncología, del habanero Mariano Arnaldo Suárez del Villar y Álvarez, conocido como Mariano Suárez del Villar, nacido el 20 de junio de 1929, pintor clasificado como surrealista, compositor musical y musicalizador, por cuyos conocimientos sobre música sinfónica comenzó en Radio Progreso como musicólogo desde 1952 y luego estaría entre los fundadores de Radio Habana Cuba.

Había estudiado artes plásticas en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, discípulo de Leopoldo Romañach Guillén y Armando Menocal, dos de los pintores academicistas más importantes entonces, e intensamente influido por el tan premiado Carmelo González, sobre todo en el dominio del dibujo y el color y una gran imaginación, época en que su pintura ganó varios premios. En los años 50 lo identificó la manera melancólica del mural mexicano, seguido por la vitalidad y alegría en sus obras.

Al comenzar como musicólogo en Radio Progreso en 1952, profundiza sus estudios y estableció fuertes lazos de amistad con representantes del feeling tan esenciales como César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez,

Luchó contra el entonces presidente de Cuba Fulgencio Batista junto a importantes intelectuales como Carlos Martí (padre), Luis Marré y Julio García Espinosa, que durante la Revolución dirigiría el cine cubano; apoyando la lucha clandestina fue encarcelado, y solo fue liberado por la influencia de la importante actriz y locutora Georgina Almanza.

En 1959 realizó una muestra bi-personal con el antológico pintor Adigio Benítez en el Castillo de San Carlos de La Cabaña y en el Capitolio Nacional, y en 1960 estuvo entre los fundadores de la Escuela de Instructores de Arte del Comodoro, como profesor de dibujo y de pintura; pero en verdad, recesó de las artes visuales hasta 1968, dedicándose a la música en la radio, entre los fundadores de la emisora internacional de ondas cortas Radio Habana Cuba.

De aquellos momentos fundacionales, Fernando Alcorta Castellanos lo recordaría en esta emisora que se debatía si la llamarían Radio Cuba o Radio Habana, y provisionalmente, se le llamó Onda Corta Experimental Cubana, entonces en precarias condiciones sin locales apropiados mientras acondicionaban el cuarto y quinto piso del edificio de Infanta 105 donde radicaba Radio Progreso, en cuyos locales preparaban la programación para la nueva emisora, que desde el 1ero de mayo de 1961 celebrando el Día Internacional de los Trabajadores y la victoria de Playa Girón, comenzó a llamarse Radio Habana Cuba.

Desde finales de 1960 Pedro Costa organizaba las trasmisiones por onda corta, y Alcorta participó en un programa de prueba en el que intervinieron entre otros, César Portillo de la Luz, la cantante Bertha Dupuy y la actriz y locutora Bertina Acevedo, dirigido por Carlos Más y el musicalizador era Mariano Suárez del Villar, y fue cuando surgió la idea de usar las campanitas con las notas de la Marcha del 26 de Julio, que fueron ejecutadas en un xilófono que había en el estudio 5 de Radio Progreso; comenzaron con un pequeño trasmisor en Bauta, pero aún sin enlace directo, y en la programación inicial la Revista Informativa de las Siete (de la noche) que duraba una hora y había que grabar y llevarla al trasmisor, a menudo sin más tiempo que el justo para llegar y trasmitir el programa; una vez el automóvil que llevaba la grabación tuvo un accidente con una colisión muy aparatosa, pero solo algunos golpes sin importancia que recibieron los involucrados, y ni así: el programa nunca dejó de salir al aire.

En Radio Habana Cuba, Mariano investigó y recopiló de la más auténtica música cubana, de cuya historia salvó gran parte grabando a intérpretes tan genuinos como Benny Moré, con quien trabajó con real afecto fraterno hasta la muerte del “Bárbaro del Ritmo” en 1963; así como Omara Portuondo y Elena Burke, otras de las emblemáticas voces del feeling, y también muy vinculado al movimiento de la Nueva Trova en gran amistad con el eminente guitarrista de renombre internacional Leo Brouwer, y con el inmenso cantautor Pablo Milanés.

Junto a Iván Pérez, atendió personalmente en Radio Progreso al musicalizador y especialista en efectos especiales Emérito Martínez cuando tras su curso de musicalización en 1969, lo enviaron a trabajar a esa emisora, donde comenzó como jefe de sonido, y luego musicalizador, y tanto aportaría a programas tan emblemáticos como Nocturno durante décadas, entre otros.

En 1968 Mariano, con entrega absoluta en un pequeño estudio cercano al mar, se reincorporaría a la pintura y trató de recuperar esos años de alejamiento: participó en el Salón de Mayo de 1968 en La Habana, donde conoce al pintor cubano Wifredo Lam y al chileno Roberto Matta; en el trascendente Salón 70 con toda su pujanza e inquietudes explícitas, y en la muestra itinerante de 1973, entre otras colectivas a Europa, Asia y países latinoamericanos como México, Venezuela y Argentina a través del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que con tanto prestigio, integró desde 1973 en su sección de Radio, Cine y Televisión (cuyo Premio Caracol ganó en 1976, 1977 y 1978, y fue Jurado en 1980 y 1981), además de la sección de Artes Plásticas.

Fundó el grupo Origen en 1976 junto a Pablo Toscano y Miquel de Jesús Ocejo, con el apoyo de notables intelectuales como Nicolás Guillén, Argeliers León y María Teresa Linares, buscando un lenguaje novedoso de forma y de fondo, que mediante la pintura, mostrara la simbiosis étnica cubana, rechazando cánones unilaterales y folklóricos; grupo que com doce muestras, provocó fuertes polémicas éticas y estéticas, y finalmente por discrepancias personales (no artísticas) se separaron en 1980.

Desde entonces continuó en solitario con un único interés: la pintura, en años de intenso trabajo creando numerosas piezas, aunque también en 1987 junto a Eduardo Elio Hernández “el Chino”, ex integrante y fundador del popular cuarteto vocal Los Zafiros, creó Los nuevos Zafiros, como empezó a llamarlos el público: Mariano lo ayudó al Chino y se encargó de dirigirlos y encaminarlos. Incorporaron en el repertorio boleros, guarachas, calipsos, rumba, congas, blues, jazz, chachachá, rompiendo todas las expectativas, más que la continuidad veinte años después de aquel cuarteto inicial que se había disuelto en 1975, pero con otras voces orientadas por el ex integrante del original Manuel Galván y que debutarían en junio de 1987 con la orquesta Aragón en Radio Progreso.

Mientras tanto, Mariano ilustró la portada y contraportada de la revista Signos, de Samuel Feijóo; fue invitado varias veces al concurso Joao Miró en Barcelona (Cataluña, España) y en la galería Namia Modorfi (Venezuela) expuso con el título “Tres Maestros Cubanos”; destacó por su gran éxito la muestra de 1994 en el hotel Habana Libre Guitart, y la de 1995 en el Hotel Nacional de Cuba, muy cotizado y halagado tanto por el público como por la crítica; hotel cuyo Salón Dorado acogió al iniciar 1996 sus últimas creaciones, y quince días después, murió.

Había obtenido la Medalla por la Cultura Nacional y la Raúl Gómez García, con obra en colecciones permanentes en Estados Unidos de América como el Museo de Arte Moderno de Nueva York (dibujo a plumilla) y en el consulado de Cuba en Washington (tres óleos sobre cartulina);  así como en Venezuela, en el Museo del Libertador Simón Bolívar (óleo sobre tela), y en La Habana en el Museo José Lezama Lima (óleo sobre tela), así como en colecciones privadas de Cuba, Argentina, Brasil, Venezuela, México, Estados Unidos, España, Francia, Alemania, Austria, Japón y Holanda.

Pero sobre todo perdura su legado; por solo citar un ejemplo, no es casual que aún en agosto de 2013, a más de 17 años de su deceso, fuera uno de los reconocidos radialistas que al recibir el Premio Nacional de Radio 2013, citó muy emocionado el redactor y director Ignacio Canel Bravo que le “ayudaron y enseñaron a conocer el apasionante mundo de la radio”.

Radio Cubana

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