“El Patrimonio de la Humanidad en Cuba”, legado cultural del país

La Habana, 25 abr (ACN) En sus formas más palpables y en otras puramente sensoriales y motivadoras de los recuerdos y los sentimientos, se presenta esa valiosa herencia histórica y cultural de un país a la que se llama patrimonio. 

   Cuba cuenta con nueve sitios y seis manifestaciones artísticas que engrosan la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), de los cuales se hace eco el libro “El Patrimonio de la Humanidad en Cuba”, del fotógrafo Julio Larramendi.

  Sobre el volumen, publicado bajo el sello de Ediciones Polymita y con la colaboración del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC), su propio autor apuntó que contiene la información imprescindible, pero es, al mismo tiempo, hermoso por sus aportes visuales.

  La obra es profundamente colectiva, como resultado del trabajo entre el CNPC, la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y las direcciones provinciales de Patrimonio, añadió.

  Según precisó Larramendi, en el libro aparecen imágenes que son fruto de los viajes a los parques nacionales Desembarco del Granma (Granma) y Alejandro de Humboldt (Holguín y Guantánamo), a Viñales (Pinar del Río) y también de visitas para captar, en plena acción, a la tumba francesa en Santiago de Cuba, Guantánamo y en Bejuco, Holguín-que se considera la más autóctona y aún se encuentra en los cafetales -, y a los rumberos en La Habana. 

  El Parque José Martí, en Cienfuegos, y la Plaza Mayor, en Trinidad, tienen diseños de página específicos que se asemejan a los planos de finales siglo XIX, donde se plasman las construcciones más importantes de ambos lugares, señaló. 

  Silvana Garriga, editora del volumen, enfatizó en que se trata de una obra cuyos textos poseen rigor científico, mediante los aportes de especialistas de varias disciplinas afines al patrimonio, pero resulta aún así es atractivo para el lector cubano.  

   Lo que en él se refleja no es más que los recorridos por ciudades, sitios naturales y zonas de todo el territorio nacional donde aún permanecen arraigadas manifestaciones culturales y se preservan monumentos y especies endémicas, resaltó.

  Un desafío fue, por ejemplo, representar los saberes de los maestros del ron ligero, tradición espiritual y sensorial, dijo Garriga. 

  Con “El Patrimonio de la Humanidad en Cuba” se intenta estimular la conciencia en los habitantes de la mayor de las Antillas, para preservar la riqueza material y espiritual del país, anotó la editora. 

  Insistió en que si se descuida y no se atiende a esos espacios y tradiciones distinguidos por la Unesco, se podrían perder en la desidia y el olvido.

  Es importante que la ciudadanía y todas las instituciones comprendan que Cuba es más que una nación de sol y playa, sino que es un destino cultural con sobrados valores, expresó Garriga. 

  Consideró que en la obra de Larramendi se balancean la presencia de la belleza construida por el hombre, evidenciada en las ciudades patrimoniales, con los sitios naturales y los exponentes de las más auténticas costumbres como la tumba francesa y el punto. 

  Aseveró que esa fusión de textos e imágenes convida a todos los cubanos a sentir orgullo de la riqueza histórico-cultural heredada, así como la obligación de conservarla para el futuro.

  El libro agota todas las declaratorias del patrimonio del país caribeño a cargo de la Unesco, excepto la de la práctica del bolero que se sumó en diciembre de 2023, luego de su publicación. 

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