UNA radio, Mil HISTORIAS (IV) Radio Siboney: Puertas adentro

“Sus voces de terciopelo se han multiplicado. Pero esas, las que conocí en 1987, aún resuenan en mi memoria…”

Lo real-maravilloso de Santiago de Cuba, son sus estremecimientos de energías festivas, sus dones sincréticos, esa mezcla gigante que la ha hecho singular con todas sus gentes y formas.

En medio de esas intensidades está mi Radio, Radio Siboney, un oasis en el pentagrama de la ciudad que vivimos.

Zulima Nicolau dirige, con Kenia María González en los micrófonos y Josefa Hernández en los controles. Foto: Reinaldo Cedeño

Concluía el curso de Locución, año 1987, y ¡qué suerte!, iniciaría mis prácticas en la emisora de música Instrumental. Confieso que muy poco conocía de ella.

Me fui a Radio Siboney, donde por aquel entonces, Edith Hernández era su directora. Me abrió sus puertas. Subí al segundo piso, directo al máster. En mis pupilas guardo aquel instante imborrable Ramón Díaz era el realizador de sonidos y Lucía Dalis, la locutora.

La vida sorprende con personas que conceden equilibrio inmenso a nuestro pensamiento, que invitan a transitar por los mares de la espiritualidad y el buen gusto. Lucía Dalis, sin dudas, fue una de ellas. 

Ella era la superación constante.

Otras personas llegan para ratificar que la radio es entrega, pasión desbordada, perseverancia, estudio permanente. Kenia María González es eso. Y tiene mucho por contar.

Gisela Gaínza es la paz, la confianza. La ternura habita en su voz. De la vida y de la radio, aprendí con ella. 

Kenia María González,: pasión desbordada y Gisela Gaínza: la confianza y la paz. / Archivo de la autora

De Felita Martínez me llegó la alegría, el optimismo, las ganas de vivir pese a todo. Su voz, grave, vital, identificaba la emisora.

Cada quince minutos, una nota cultural, la música instrumental ligera que ponía imágenes a la cotidianidad. Sus voces de terciopelo se han multiplicado. Pero esas, las que conocí en 1987, aún resuenan en mi memoria, en mi corazón. Unas veces, a través del teléfono;  otras, habitan para siempre en mi agradecimiento eterno.

Un día, Radio Siboney me abrió sus puertas. 

Puertas adentro, la radio se develó ante mis oídos con la misma fuerza de esas aguas que corren por la tradición de una ciudad singular. Seguimos abriendo puertas. GRACIAS

(Imagen de portada: Carteles identificativos de dos emisoras unidas en un mismo inmueble: Radio Mambí y Radio Siboney, ubicadas en Calle 8 N. 56 entre A e Independencia, Reparto Sueño, Santiago de Cuba)

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