Por: Yadira González Otero
Si algo sorprendería a cualquier persona de estos tiempos es escuchar: … “No utilizo la computadora para diseñar planos, memoria descriptiva o dictamen técnico, no la uso para nada”… Esa expresión para mi modesta opinión, rarísima, fue de un consagrado arquitecto santiaguero: Reynaldo Caricabeur.
Hombre de ciencia y arte que vio en la bella y noble profesión una vía de escapar al imaginario y crear en la realidad obras que responden al progreso y desarrollo social como casas, hoteles, hospitales.
El artista que se graduó en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de Oriente “José Joaquín Tejada”, a pesar de esa vocación reconoce que la arquitectura es su fuente de retroalimentación, motor impulsor de su vida personal y profesional.
Hoy con 74 años de edad reafirmó entre risas y gestos al mismo tiempo muy serios: ¨Continúo desarrollando los planos de proyectos a mano, esa es mi mejor herramienta y le aseguro periodista que no me equivoco “.
Profe, como le llaman cariñosamente la nueva generación es el único profesional en la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniera NO. 15 de la provincia que a tantos años de desarrollar la carrera y en pleno siglo XIX la mantiene como una alternativa firme de su labor. Maestro de maestros que su opinión aún es válida para aprobar proyectos. Arquitecto que en su área de trabajo en la EMPROY 15 muestra su espíritu de artista a tantos años de graduado con sus caricaturas y esculturas talladas, que hacen gala de esa modalidad, capaz de demostrar en la arquitectura arte, ingenio y funcionalidad.
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