Responsabilidad y disciplina: Armas para alcanzar la victoria

Por: Yaliannis Rodríguez Enamorado

Foto: Tomada de Internet

Muchas son las opiniones, estados emocionales y proyecciones que ha suscitado la aparición del nuevo coronavirus identificado como la COVID-19. Un mal que se propuso dar un vuelco a la realidad de todos y demostrar entre otras cosas la vulnerabilidad humana.

De el hemos obtenido de un modo u otro información pertinente. De que tipo de virus se trata, cuáles son sus principales síntomas y las vías de contagio.

No faltan las medidas para prevenirlo, conociendo de antemanonque prever es el mejor modo de curar y de tributar a una adecuada calidad de vida.

No ha faltado la actualización oportuna de nuestro gobierno y de los diferentes ministros de nuestro país sobre qué hacer y que posturas adoptar en esta situación de pandemia y en sus diferentes etapas.

Hasta aquí todo bien.

Sin embargo, un mismo fenómeno independiente de su magnitud, puede ser interpretado de varias maneras, según la percepción, los intereses, las vivencias y el nivel cognitivo de cada quien. A ello- aunque sabemos que se trata de algo tan valioso como lo es la vida – no escapa la pandemia que incluso, es tocada por los matices de la cultura de cada región que asegura el modo de enfrentarlo y el modo en que cada pueblo acata las orientaciones al respecto. De ahí que, mientras algunos procuran llevar al pie de la letra las medidas otros, enarbolan las indisciplinas.

Valorando medidas preventivas como: el lavado constante de las manos, el distanciamiento social, la higiene oportuna en cada sitio, la informacion actualizada y segura, pues sumo la lucha contra la indiferencia, la poca percepción del riesgo y el exceso de confianza de quienes se creen infalible y obvian el derecho ajeno al bienestar.

Se hace vital el llamado una vez más a pensar como país, ello lo logramos si cumplimos las orientaciones para combatir y acabar la enfermedad, con ello también evitamos que se lacere la economía y que los que desde los centros hospitalarios velan por su salud, también puedan preservar la salud y compañía de los suyos.

Pensar como país se trata de desterrar el egoísmo y ensalzar la solidaridad, de ponernos en el lugar de otros y no pensar sólo en nosotros mismos, de cuidarnos para que el otro este bien y cooperar para que acabe por fin esta pandemia que amenaza la existencia y que ha dejado en muchos la experiencia del mal momento o de dolor por la partida de un ser querido.

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