BERTHA de los caminos…

¿Qué olas baten en tu garganta? ¿Qué gritos? ¿Qué montes te sostienen? ¿Qué soles te iluminan? ¿Qué espíritu te sopla los secretos, las angustias?

Los tambores son como espejos, la yerba se despierta, el músculo se tensa.

Tus apellidos suenan como un baobab erguido ante los vientos, tus apellidos son como largas huellas, como campanas. Bajo esas luces, Bertha, bajo el turbante, van mil lenguas de barracón, las alegrías arrancadas al látigo y al cepo, el canto poderoso, indoblegable.

Conjunto Folklórico de Oriente, en el año de enero… El manantial inagotable del vodú, del aire, del Gagá. Entre Cuba y Haití por treinta años, rebuscando en las antiguas tierras, en los olores. Saga Loas. Rebuscando en las tinieblas, en el albor de la esperanza.

Cuba Tumba, Cutumba. 1992. Rama de un mismo tronco. Y sin descanso, Bertha, sin geografías. Los talleres, las tablas, la excelencia…

Dicen que te vieron cantar en Barlovento, en las pequeñas islas del Caribe, en la arenas de Argelia, en tierras de Sandino, en la patria de Lorca y de Carmen Amaya. En la Europa de Dante y Rosalía de Castro, cerca del Mar del Norte, de los Alpes. Y en Santiago, en Santiago de Cuba, en tu ciudad con apellido de nación.

Tú sigues en Santiago como un grano de montaña.

Bertha de los caracoles y las semillas, Bertha de los peces, Bertha de los caminos… Bertha Armiñán Linares, señora, reina, diva del canto folklórico cubano.

(Tomado del blog La isla y la espina. Retocado para esta publicación)

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