Por: Martha Cabrales Arias
Santiago de Cuba, 30 abr.- Trabajadores del cementerio patrimonial de Santa Ifigenia recibieron aquí el reconociento de la ciudad por la preservación de un sitio devenido hoy altar de la Patria y visitado diariamente por cientos de cubanos y extranjeros.
Un estímulo especial fue conferido al colectivo por las autoridades santiagueras, tras obtener recientemente el Premio Nacional de Conservación y la réplica del Machete de Máximo Gómez, en atención al cuidado con que se atesoran monumentos históricos, arquitectónicos y funerarios emblemáticos del país.
Inaugurada en 1868, la necrópolis es una síntesis del devenir cubano y a su trascendencia de siglo y medio se añadieron hitos en los últimos 15 años con la guardia permanente de honor a José Martí, el Héroe Nacional, frente a su Mausoleo, y el encendido de la llama eterna por Raúl Castro en el 2007.
El 4 de diciembre del 2016 fueron depositadas en una roca extraída de las montañas de la Gran Piedra las cenizas del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, tras su deceso el 25 de noviembre y más de una semana de las honras fúnebres que recorrieron y estremecieron la geografía y el alma cubanas.
Con la colocación de los obeliscos del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, y de la heroína y madre de Los Maceo, Mariana Grajales, en la explanada frontal junto a Martí y Fidel, el 10 de octubre del 2017, el cementerio experimentó una nueva transformación en pos del homenaje expedito a los héroes.
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