Lo afirmo una y otra vez: no se puede escribir la historia de Radio Siboney sin hablar de Lucía Dalis Mustelier Ramos.
¡Ay, Lucía, Lucía! ¡Cuánta voluntad, cuánta fuerza!
Ella fue la primera persona que vi cuando abrí la cabina de Radio Siboney en los años finales de la década de 1980. No imaginé entonces que nos uniría una amistad a toda prueba.
Se había graduado de Filología en la Universidad de Oriente.
Con hablar pausado, timbre con la ternura de una niña, agradable improvisación; Lucía develaba ante el micrófono una amplia cultura.
Sus compañeras la sabían única, quizá por esa delicada figura, presta a quebrarse en cualquier momento. Lo viví. Disfrute de ese cariño.
Siempre impecable. Combinada de pies a cabeza. Con una dulzura infinita. Un día conoció el amor. Consejos, bromas picantes, ficciones de cómo enfrentar la intimidad… fueron temas de conversación. Esas mujeres con experiencia entrenaban a la novata en el arte amatorio. Lucia se sonrojaba en su delicada inocencia.
Pero Lucía aspiraba a mucho más.
Un día cambió el micrófono por la dirección. Quería ser dueña absoluta de la creación radiofónica. En sus manos, la revista “Música y algo más” se reinventó. Hoy le debe mucho a ella. Ahí está su impronta.
Transcurrían los años 90. Su deseo de conocimiento era insaciable. Su sensibilidad demandaba saberes. Y entonces tuvo la posibilidad de estudiar otra vez. Historia del Arte fue la escogida. Y se graduó.
Pero Lucía quería más.
Se acercaba la digitalización en la Radio. Y allá se fue Lucía, a estudiar Computación para cuando llegara la primera computadora a Radio Siboney. No pudo vivir ese momento.
Quiso explorar otros universos sonoros y se fue a Radio Mambí. Allí creo “Ecos del celuloide”: una propuesta dedicada al séptimo arte. Recuerdo que hasta el embajador de Francia le concedió una entrevista para ese espacio.
Ningún acontecimiento cultural le era ajeno. Artista o personalidad de la Cultura que visitara Santiago de Cuba, tenía que pasar por sus programas.
Radio Siboney le debe mucho a Lucía Dalis. Aquí estamos sus compañeros, los de entonces, para justipreciar su legado.
Lucia Dalis se nos fue muy temprano, el 8 de octubre de 2001. A veces me pregunto ¿cómo ella hubiera hecho este programa? Y las ideas brotan.
Una amiga en común, locutora de la emisora por esos años, aún pone flores en su nombre, como esperando un milagro. Pero es que Lucía Dalis Mustelier Ramos es el Milagro.
(Imagen de portada: Lucía Dalis y sus compañeros de trabajo en Radio Siboney. Ella al centro, saluda con su mano en alto / Archivo de la autora)
PUEDE PUEDES ESCUCHAR:
● Lucía: Un do de pecho entonado en silencio. Versión radial / Reinaldo Cedeño Pineda
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