Recibe Carlos Padrón la medalla Alejo Carpentier

El destacado actor, escritor, profesor, director  e investigador santiaguero Carlos Padrón recibió la Medalla Alejo Carpentier que confiere el Ministerio de Cultura a “ciudadanos cubanos por la destacada labor realizada en la creación e interpretación, promoción y organización artística y cultural”.

Otorgada recientemente en el Teatro Nacional de Cuba, también la recibieron actores de la talla de Diana Rosa Suárez, Amada Morado y Osvaldo Rojas.

Carlos Padrón Montoya (Santiago de Cuba, 1947), comenzó en el teatro en la década del sesenta y participó en las míticas agrupaciones Conjunto Dramático de Oriente y Cabildo Teatral Santiago, y suma una larga carrera en las tablas, la radio y la pantalla, así como la investigación teatral e histórica.

Padrón fue presidente de la Asociación de Artes Escénicas de la UNEAC y a propuesta suya surgió la Agencia de Representaciones Artísticas Caricatos. Asimismo, su nombre está ligado  ―desde sus diferentes facetas como actor, guionista o director― a obras como De cómo Santiago Apóstol puso los pies en la tierra, La tierra de Cruz Palenqué, Via Crucis, Pasión y prejuicio,, En busca de Máximo Gómez, La gran tirana, y El Huracán y la palma.

Designado para pronunciar las palabras de agradecimiento, Radio Siboney tuvo acceso a ellas:

“Cuando el mundo parece tambalearse y la Patria afronta uno de los momentos cruciales de su historia, la Revolución demuestra una vez más su capacidad de aplaudir y encomiar, como lo ha hecho con científicos, deportistas, guerreros de la salud, escritores, músicos y compañeros de múltiples profesiones.

“Hoy se trata de un pequeño grupo de hechiceros, de artífices de fuegos y pasiones, inventores de imágenes y constructores de  sublimes placeres.

“Ninguno de los homenajeados de hoy entregó su arte con miras a premios y condecoraciones. Ninguno rehuyó el difícil reto de reflejar con hondura el rostro de su pueblo, ese de donde vinieron, el que los ha visto crecer en medio de dificultades sin nombre, sacrificios pequeños y grandes de sus intimidades, de sus familias, de ocultas aspiraciones nunca satisfechas.

“Porque todos, aunque dueños de la verdad y del misterio, hemos sido esclavos del exigente sacerdocio de la creación artística, a la par que eternos defensores de utopías.

“Martí y Fidel inculcaron a este pueblo la capacidad de enfrentar la esperanza a la tribulación, el ímpetu de lucha ante cualquier fracaso, la fe en la victoria.

Gracias, muchas gracias a este pueblo y a esta Revolución,  con los que seguiremos comprometidos, siempre”.

(Fotos: Internet)

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