LETRAS CUBANAS contra la HOMOFOBIA (brevísimo acercamiento)

“Con qué espejos / con qué ojos / va a mirarse este muchacho de manos azules (…) va a retocarse las pupilas este muchacho que alguna vez quiso llamarse Alicia”.  Así escribe el dramaturgo y poeta cubano Norge Espinosa en su poema “Vestido de Novia”, un clásico de la literatura cubana contra la homofobia.

La diversidad sexual ha sido un tema tratado con frecuencia en la poesía cubana  contemporánea. A la sombra de los muchachos en flor de Nelson Simón, en los albores del presente siglo, es uno de esos títulos que marcó época, por su intensidad, por su poética.

La literatura  hizo lo suyo para hacer visible un tema del que no se quería hablar, y lo hizo desde temprano. El ángel de Sodoma de Alfonso Hernández Catá, en 1927, es la primera novela cubana cuyo tema esencial es la homosexualidad masculina. El decente y atildado José María siente atracción por los hombres, pero se lo recrimina , lo oculta en medio de una sociedad feroz con “semejante inclinación”, hasta llegar al final trágico del suicidio.

Hombres sin mujer (1938) es una pieza narrativa de calibre de la autoría de  Carlos Montenegro, que nos introduce al ambiente carcelario. Estas dos obras republicanas, después de largos años de ser apenas referencias en las historias literarias, fueron recuperadas por las editoriales cubanas.

Paradiso  de José Lezama Lima, aparecida en 1966, fue reeditada solo dos décadas después, pues cargó con el estigma de su capítulo VIII que abordaba la iniciación sexual de la adolescencia, los pasajes sexuales, hiperbólicos ―diría Cintio Vitier―  de Farraluque:

“Cuidaba el patio un alumno de la clase de preparatoria […] un tal Farraluque, cruzado de vasco semititánico y lánguida habanera […] con un cara triste y ojerosa, pero dotado de una enorme verga. […]El órgano sexual de Farraluque reproducía su cuerpo. Su glande incluso se parecía a su rostro. La extensión del frenillo se semejaba a su nariz […]  Con una altiva desnudez, ya sabía lo que le esperaba, penetró en el otro cuarto. Allí estaba  […]   el hermano de la cocinera del director. Acostado de espaldas con las piernas alegremente abiertas, mostraba el mismo color mamey de la carne de la hermana […]”

PARADISO (Fragmento)

El filme Fresa y Chocolate (1993), Premio Goya a la mejor cinta extranjera (1995) y candidata al Oscar, sacudió a la sociedad cubana. Cuenta como en la Cuba de los setenta, con la homofobia al rojo vivo, se conocen David (universitario y  heterosexual) y Diego (crítico de arte y homosexual) que se hacen amigos, pese a sus diferencias. Como es sabido, se basó en el premiado cuento El lobo, el bosque y el hombre nuevo, de Senel Paz, quien fue el propio guionista de la cinta.

Pablo Milanés, por su parte, logró un éxito con su tema musical Pecado original, cuya letra nos entrega la filosofía del respeto y el pensamiento plural del amor:

“Dos almas / dos cuerpos / dos hombres que se aman / van a ser expulsados del paraíso que les tocó vivir  […] Y sienten que pueden en cada mañana / ver su árbol, su parque, su sol, / como tú y como yo/  […] No somos dios / No nos equivoquemos otra vez”.

PECADO ORIGINAL, Pablo Milanés ( fragmentos)

El 17 de mayo es el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Una jornada para que personas de todas las orientaciones sexuales, de cualquier parte de este mundo, asuman que la felicidad no admite recetas. Para que aquel muchacho del poema ―el de las manos azules―, encuentre espejos con que arreglarse sus pupilas, sin importar si quiere llamarse Antonio o quiere llamarse Alicia.

(Foto de Portada: Alfonso Hernández Catá y una de las ediciones de su novela / Otras imágenes tomadas de Internet)

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