Por: Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, 23 ene.- Cualquier persona en el mundo con un conocimiento meridiano sabe por qué casi medio siglo después de desintegrarse el cuarteto The Beatles, los nombres de Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr son tan vigentes. Y mucho más su música. Viejos, jóvenes, más viejos, menos jóvenes hablan de los cuatro fabulosos músicos ingleses como de algo actual. Hasta un niño en el espacio de la TV Cubana “La Neurona Intranquila Juvenil” le preguntaron sobre música y dijo que quería ser como los ‘bitles’.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) instituyó en 2013 el 16 de enero como el Día Mundial de The Beatles y en buena parte del mundo celebran la efeméride con jornadas de hasta una semana de actividades como hace en La Habana la Cinemateca de Cuba.
Sin embargo, los santiagueros en el Oriente de Cuba, tienen el placer que pregonan a los “cuatro vientos”, de ser los cubanos que en Cuba han estado más cerca de The Beatles. Y hasta la ONU casi los mete en la gloria al escoger el 16 de enero para la efeméride de la banda, fecha que por poco coincide con el 14 de enero cuando en 2000, McCartney sorprendió al archipiélago cubano con su visita a Santiago, la única realizada hasta ahora por un Beatle a este país caribeño.
En esta ciudad, de alguna manera siempre hay una mente avispada que promueve recordar este hecho histórico-cultural. Hasta una escultura le hizo un santiaguero al autor de Yesterday. Y el venidero 25 de enero, a las 20:00 horas, en la casona que sirve como sede al Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en la calle Heredia, el invitado Mario Masvidal Saavedra aprovechará la tertulia “Cruzando la cebra” (referencia a una de las fotos más conocida del famoso cuarteto), para ofrecer la conferencia titulada Presencia de Paul McCartney en Santiago de Cuba. Y claro habrá más: videos, música, actuaciones, anécdotas…
Sobre el tema Beatles y por un motivo muy especial, hablamos con el laureado trovador José Aquiles Virelles.
“Como bien tú dices, los santiagueros en este país somos quienes más cerca hemos estado de The Beatles, por la presencia de Paul McCartney y sus hijos hace 18 años. Yo tuve la gran posibilidad, junto a otros colegas músicos, el personal que lo atendió, el público que se dio cita repentinamente en la Casa de la Trova, de estar al lado de la gloria.
“A todos nos cogió de sorpresa. Incluso yo mismo no quería creerlo cuando Julio Domínguez, director entonces de Casa… y el trovador René Urquijo, mi hermano, me dijeron: ‘Compadre, no te vayas. Llamaron que viene para acá Paul McCatney.’
“En realidad me fui enseguida para mi casa, porque no lo creí. Pensé que me estaban tomando el pelo. Pero a los pocos minutos me llama Julio y me reitera: ‘Oye, el hombre viene, seguro que viene’. Entonces fui aun con el temor de la posible jarana. Allí prácticamente no había nadie. Era pasado el mediodía. Julio me aclara: ‘Compadre, yo lo único que sé es que ese hombre está en la ciudad y va a venir a la Casa de la Trova’. Estaba tocando el septeto Moneda Nacional. Julio agregó ‘Si lo veo no me doy cuenta quién es’. Miro hacia la puerta, entran dos jovencitos y detrás Paul. Le dije a Domínguez ‘míralo ahí’. Julio lo recibió, lo atendió. McCartney no quería foto ni publicidad. Pero un par de muchachos hacían lo siguiente: uno se ponía al lado de McCartney y el otro tiraba una foto y se metía entre los percheros con ropas en una tómbola que había en un cubículo cercano. Paul miraba pero no atinaba a ver de dónde salía el flash.
“En fin, él habló con Urquijo y conmigo, nos dijo que conocía la música de Eliades Ochoa, de Benny Moré. Fue algo muy bonito. Hablamos poco en español, y el inglés nuestro tan elemental y a la vez nervioso… imagínate.
“Me senté justo detrás de él y vi que un amigo nuestro trató de enseñarle cómo tocar las claves y él le demostró no solo que sabía tocarlas sino que lo hacía mejor. Cuando se paró enseguida vino la gente con lo que sea para que le firmara autógrafos. Yo no tenía nada a mano y me acordé del Carné de Identidad (documento de identificación de los cubanos), que cuando aquello era un librito. Y se lo di y me lo firmó en Anotaciones Especiales. Para evitar problemas con la identificación luego lo cambié pero conservo como una reliquia el carné con la firma de Paul McCartney.”
En espacios radiales, en algún que otro escenario, y en la mencionada peña-tertulia de la Uneac en Santiago de Cuba, modestamente también celebramos el Día Mundial de The Beatles, porque sabemos apreciar lo que es inmortal. Y también por derecho propio, pues somos los cubanos en Cuba, que más próximos han estado de la banda musical más famosa del mundo.
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