Por: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, 28 feb.- De manera directa no vamos a ahondar en esa expresión tan popular dentro de la cultura afrocubana. De lo que se trata es de una novedad discográfica que va tomando cuerpo en los estudios de grabaciones Siboney, en Santiago de Cuba, bajo el título “A romper el coco”.
El fonograma, de la mano de Alexander Abreu, Alaín Pérez y Mayito Rivera, será un homenaje a grandes conjuntos musicales de Cuba como Casino, con Roberto Faz; Los Bocucos, con Pacho Alonso; Arsenio Rodríguez, Chapottín, Sonora Matancera, Son 14, Rumbavana, Conjunto Matamoros (“Me la llevo”, de Rafael Cueto, en la voz de Benny Moré).
Matamoros con Benny Moré
La producción es de Geovanis Alcántara, Alden González, y Alaín Pérez y el disco estará consagrado a saludar los 55 años de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, el sello más antiguo de Cuba luego del triunfo de la Revolución, pues fue fundado el 31 de marzo de 1964.
Los Bocucos
Una constelación de músicos santiagueros, además de otras estrellas cubanas y la colaboración de artistas extranjeros como Papo Lucca, director de la Sonora Ponceña; el percusionista Edwin Bonilla, el ahora solista Charlie Aponte, excantante del Gran Combo… harán posible el CD.
El lunes 5 de marzo comenzará en los estudios Siboney, el segmento final del trabajo relacionado con el disco, que según refiere Alden González, es también un homenaje a Enrique Bonne, con sus temas interpretados por Pacho y Los Bocucos; a Adalberto Álvarez, el alma de Son 14; a Matamoros, cuando en su conjunto acogió al Benny de quien precisamente se festeja su centenario de natalicio…
“Y es un reconocimiento a Santiago de Cuba que se enorgullece de materializar en esta tierra otro disco emblemático”, dijo Alden.
Conjunto Rumbavana
Por lo pronto, mientras los músicos se aprestan a “romper a Obi”, muchos santiagueros esperan que esta vez en la consulta a Elegguá, los cuatro pedazos del coco –según Alafia— caigan con la parte blanca hacia arriba, que es responder sí y que anuncia felicidad, salud, prosperidad. Es decir: lo que necesita el disco para ser, como se espera, un exitazo de sus creadores, de la Egrem, de la música cubana, y un homenaje muy sincero, a conjuntos cubanos inolvidables.
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