Casa del Caribe: 39 años en la intelectualidad y el arte popular

 Este miércoles 23 de junio la Casa del Caribe, esa prestigiosa e importante institución cultural de nuestra ciudad, y por qué no, de Cuba y la región, estará celebrando 39 años de fundada.

Única de su tipo en el país, este centro se crea con el fin de estudiar la historia y la cultura de los pueblos que integran el área del Caribe y en particular Cuba y sus vínculos con estos. Su surgimiento es resultado del genio creador de Joel James Figarola, quien además fuera su director por muchos años y principal gestor de iniciativas en aras de reafirmar la nacionalidad cubana.

En estas líneas, podríamos dedicar horas a hablar de todo lo que ha logrado la Casa del Caribe, lo que significa para nuestra cultura, lo que le debemos a ella por todo lo realizado… sin embargo, preferimos centrarnos en dos aspectos que consideramos le han otorgado a ese centro la trascendencia que tiene: primero, el haber creado y mantenido un evento fundamental como el Festival del Caribe, y dos, el haber iniciado una publicación que con el tiempo se ha convertido en referencia de los estudios antropológicos en el área como lo es la revista Del Caribe.

En el caso del Festival, lo que comenzó siendo un encuentro de artistas y poetas, ha crecido hasta dar paso a uno de los espacios de arte y reflexión artística más importantes del área, y una fiesta que sin dudas comienza a rivalizar con los populares carnavales santiagueros. Justo en estos momentos, el centro se encuentra en los preparativos de la edición número 40 de la también conocía como Fiesta del Fuego, que este año, a pesar de que será diferente a causa de la Covid 19, de seguro se consolidará como espacio imprescindible para el intercambio de saberes sobre el tema.

Otro elemento que mencionábamos es la publicación Del Caribe, el ejemplar de antropología más antiguo del país y en pleno goce de una reputación semejante a otras revistas como la SIC, de la Editorial Oriente, o Caserón, de la UNEAC, y considerada un referente obligado de los trabajos antropológicos en el área.

Pero debe quedar claro que todo ese prestigio intelectual del que hoy nos enorgullecemos se debe al muchísimo esfuerzo, a la entrega sin ambages de intelectuales de renombre como el propio Joel James, Jesús Cos Cause, Raúl Ruiz Miyares, Raúl Millet, León Estrada y José Miguel Fernández Pequeño. 

Ese pequeño grupo de hombres ha dado a esta ciudad algo de lo que estar muy orgullosa. Desde su casona a un costado del CIROA, en la silenciosa barriada de Vista Alegre, golpea rítmicamente un tambor. Ese sonido, ancestral y misterioso, nos llega de lejos, pero, simultánea y misteriosamente, de un tiempo que cada vez entendemos mejor. Las gracias a la Casa del Caribe por todo lo que nos entrega. 

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