Santiagueros en la fiesta del disco cubano

Probablemente sea una opinión muy extendida que la música es la carta de presentación de lo cubano. No hay lugar, por remoto que nos parezca, por muy alejado de nuestra cultura que lo creamos, donde nunca se haya escuchado al menos una vez La guantanamera, o no sepan que el Son es un ritmo que proviene de este archipiélago a los que muchos conocen como la Isla de la Música.  

Por eso no es exagerado afirmar que un Festival como el Cubadisco equivale a repasar una buena parte de nuestra identidad. A celebrarse próximamente, del 15 al 23 de este mes, Santiago de Cuba está representada por dos agrupaciones que con su trabajo se han ganado figurar entre lo más relevante de la música nacional.

Uno de los que más interés ha despertado es Juramento. Antología Matamorina, del Septeto Ecos del Tivolí y presentado la víspera, que constituye un homenaje al gran Miguel Matamoros. Está elaborado a partir de unas 30 de sus composiciones, entre las que pueden escucharse boleros, sones, blues , conga y bolero-son.

Con invitados como los cubanos Rubén Leliebre, Zulema Iglesias, Mayito Rivera o Haydee Milanés, y los conocidísimos Gilberto Santa Rosa, Dani Rivera, Edwin Colón y Andy Montañez, la curiosidad es inevitable, y si se anuncian nuevas versiones de El que siembra su maíz, El paralítico, Camarones y Mamoncillos o Coco Seco, es de esperar que bailadores y público en general no demoren mucho en acercarse a este nuevo volumen que nos presenta Bis Music.

Otra de las representaciones santiagueras al Cubadisco es Tributo a mi abuelo, del Septeto Moneda Nacional, nominado en la categoría Música Tradicional Variada.

Y de este disco queremos señalar su entrañable origen, pues es un homenaje de su nieto, director de la agrupación, a Daniel Castillo, uno de los compositores más importantes y menos reconocidos de la trova santiaguera. Para eso ha contado con músicos que conocieron y apreciaron al hombre y a su obra, como Alejandro Almenares o Gabino Jardines, y jóvenes valores como Grisel Gómez; el Dúo Melodías; Eduardo Sosa, el Cuarteto de Cuerdas Arkos, Annie Garcés e Idania Valdés. 

Aquí aparecen nuevas interpretaciones de temas conocidos como Mensaje a mi amor y El misterio de tus ojos; y los más conocedores seguramente disfrutarán con rarezas como Ansias y Allá en mi tumba, canciones casi desconocidas compuestas por Daniel Castillo.

Quisiéramos reconocer que este disco es parte de un proyecto de hace 10 años que finalmente pudo concretarse en el 2018 cuando se aprobó para ser grabado en los Estudios Siboney de la Egrem. Fue presentado de manera virtual en el 2020 e incluso llegó a representar a esa disquera en la edición de ese año de los Grammy Latinos.

Así que ya lo sabe. Ahora solo nos queda esperar unos días para saber qué lauros cosecharán estos volúmenes en el Cubadisco. Sean muchos o ninguno, lo que sí podemos asegurar es que, como santiagueros, el orgullo se nos extiende más allá de nuestros pies y ensayan un raro pasillo de baile, mezcla de nuestra admiración y nuestro agradecimiento. 

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